Lexemas de movimiento y objetivaciones en el Libro del Amduat  

Lexemes of movement and objectifications in

the Book of Amduat

MARIANO BONANNO

Facultad de Filosofía y Letras

Universidad Nacional de Buenos Aires

Gerda Henkel Stiftung

mbonanno1971@gmail.com

RESUMEN

Se propone un inventario por todas aquellas acciones en general y de movimiento en particular de Ra en la Duat -espacio general de los difuntos y por ello dominio osiriano- en el denominado Libro del Amduat, con el objeto de entender no sólo la dinámica del mundo funerario sino también la compleja dialéctica que su presencia operaba durante la noche. Así, se presenta un inventario de los verbos de movimiento, de acciones generales, de cesiones del dios-sol a los difuntos, etc., a fines de mensurar las características de la actividad solar, su regeneración y su dinamismo que dan sentido a su recorrido por la Duat en el Libro del Amduat.

Palabras clave: Ra; Osiris; regeneración; Amduat; difuntos

ABSTRACT

An inventory of all those actions in general and movement in particular of Re in the Duat -general space of the deceased and therefore Osirian domain- is proposed in the so-called Book of Amduat, in order to understand not only the dynamics of the funerary world but also the complex dialectic that its presence operated during the night. Thus, an inventory of the verbs of movement, general actions, assignments of the sun-god to the deceased, etc., is presented, in order to measure the characteristics of solar activity, its regeneration and its dynamism that give meaning to its journey through the Duat in the Book of Amduat.

Keywords: Re; Osiris; regeneration; Amduat; deceased

Introducción

En un trabajo de 1997 Weibach-Koepke presenta un interesante artículo referido a los lexemas que ella denomina de ubicación o situación -Standorte- y aquellos de movimiento -Bewegungstypen- en el Libro del Amduat y en el Libro de las Puertas.

La autora llega a una tipología que incluye cinco grupos de lexemas y contextos diferentes; ellos son:

• Ubicación estacionaria
• Movimientos sólo dentro de la Duat -Unterwelt-
• Procesos de movimiento en la Duat
• Ciclos completos en la Duat y en el cielo superior -Oberhimmel-
• Movimientos propios del sol

Haciendo énfasis en el Libro del Amduat,^[1] nuestra intención es hacer una tipología que contemple los verbos de movimiento y los verbos en general en los que está incluido el dios sol sea directa o indirectamente. Además de ello se han utilizado aquellos verbos que son sinónimos y que pueden significar uno o más términos, así como también una variedad de verbos para referir sólo a una palabra. 

Procuramos de este modo entender la compleja dialéctica que cada noche comenzaba con el ingreso del dios-sol a la Duat y que desencadenaba un verdadero proceso de regeneraciones. Buscamos en este caso explicar estos procesos a partir de los lexemas presentes en esta compilación funeraria cuya variedad puede explicar por sí misma la diversidad de situaciones generadas.

En este contexto, el sol realiza determinadas acciones, por sí mismo y por intermediarios, para generar los procesos de re-activación de los difuntos en la Duat. De este modo, pueden recorrerse sin solución de continuidad, las vicisitudes de su metamorfosis y el ciclo completo muerte-reconversión-renacimiento. 

Esquema del Libro del Amduat

Las distintas versiones del denominado Libro del Amduat se localizan en las tumbas del Reino Nuevo (1550-1070 a.e.c) de Tuthmosis I, Tuthmosis III y su Visir Useramon, Amenofis II, Amenofis III, Tuthankamon y Ay de la XVIII Dinastía; Seti I, Rameses II, Merneptah, Seti II y Tausert-Setnajt de la XIX Dinastía; Rameses III, Rameses IV, Rameses V, Rameses VI, Rameses IX y Rameses XI de la Dinastía XX^[2].

La diversidad de tareas que cumple Ra en los dominios osirianos son indicadores de su actividad regeneradora. Ingreso y recepción en la Primera Hora; Ra distribuye campos, agua y ofrendas en la Segunda Hora, ordena y descansa en la siguiente; reafirma su calidad de difunto en la Cuarta Hora para llegar a la Quinta arengando a sus habitantes como supremo ordenador y diferenciándose de dioses, espíritus y muertos.

La Sexta Hora lo encuentra nuevamente en su papel de distribuidor, pero también de insigne conocedor de las regiones subterráneas así como de cada uno de sus habitantes; en la Hora Séptima Ra adopta formas diversas, lo que reivindica sus facultades de supremo creador. En la Hora Octava Ra comienza su proceso de vivificación y transformación a partir de la participación de la llamada Serpiente Envolvente, quien lo rodea a modo de cabina, y es fuente de energía y revitalización. Del éxito de tal proceso, depende la continuidad de la buena marcha del universo.

Ra descansa en la Hora Novena y no es remolcado. Las últimas tres horas constituyen el desenlace del periplo solar; durante la Hora Décima Ra descansa como Jepri preanunciando el final e indicando como opera el proceso de metamorfosis que la Serpiente lleva a cabo en Ra. En la Undécima Hora la mención de la eternidad y el contexto de aniquilación de enemigos y de renacimiento de las imágenes nos ilustran la historia de la creación -desde su concepción en el demiurgo solar- hacia el perpetuo nacimiento de Jepri sobre la tierra. Finalmente, la última hora -antesala de su salida victoriosa- marca el triunfo sobre las fuerzas del caos y la consecución de la estabilidad universal que dicha amenaza ponía en peligro.

Sobre la regeneración

En el recorrido diario de Ra por el mundo de los muertos, la autogeneración deviene en regeneración perpetua y re-actualizada que involucra su misma creación (del demiurgo), su supervivencia y por ende la estabilidad misma del universo.

En el Libro del Amduat Ra y Osiris son parte de un mismo proceso que los involucra y complementa; constituyen fases de un movimiento cíclico que los unifica y sostiene la estructura universal, dado que “el dios solar difunto toma el papel, la naturaleza y la figura de este dios, que permanece ejemplar para el destino mortal” (Hornung, 1999, 145). A propósito de interrelaciones y esquemas convergentes en la constitución del mundo funerario, la concepción osiriana de la inmortalidad “es una doctrina de continuidad de la vida más que de la resurrección o resucitación después de la muerte” (Griffiths, 1980, 67).

El recorrido nocturno solar obedece a una lógica circular que abarcaba todos los aspectos de la variabilidad ontológica egipcia. Ingreso con las capacidades disminuidas, metamorfosis, y salida con la plenitud de las potencialidades. El amanecer era la culminación apoteótica del periplo solar.

“Yo he venido para ver mis cuerpos, para pasar revista a mis imágenes que están en la Duat”, dice Ra a los bAw misteriosos que están en la comitiva de Osiris en Amduat, 3,3^[3]; o también, “Oh Eneada de dioses, que vinieron a la existencia de mi carne cuando sus formas (jrw) aún no estaban hechas” según habla Ra en Amduat, 5,1. En este sentido, y a partir de tales extractos, estaríamos en presencia de la explicitación de la actividad de Ra en la Duat, en el marco de una batalla permanente entre el orden y el caos, por cuanto las fuerzas hostiles encarnadas por Seth, comienzan a amenazarlo ni bien traspasa la primera hora de oscuridad.

“La vida les llega a través de mi bA, respiran a través de mi cuerpo”, dice Ra en Amduat, 2,3, confirmando de este modo que la reanimación de los difuntos, junto con la renovación diaria del sol y la creación en la Duat, constituyen los aspectos positivos del viaje nocturno.

Por el contrario, expresiones tales como “Esto es lo que tienen que hacer en el Oeste: asar y cortar los bas, aprisionar las imágenes (o sombras), aniquilar a los que son los no-existentes, que pertenecen a este Lugar de Aniquilación” (Amduat, 3,3) confirman la dialéctica por opuestos y/o binomios, la remisión al carácter “purificador” del caos, y por ello, la necesidad de lo siempre antinómico para recrear la ciclicidad regenerativa, son estructuras teológicas fijas sobre las que se sustenta la eternidad solar.

La actividad vindicativa de Ra es la contraparte disolutiva en el anterior proceso de objetivación. La efectivización del aniquilamiento total es su consecuencia. Así, enemigos de Osiris, de Ra, y cualquier enemigo potencial que pusiera en peligro la marcha del sol, eran sujetados, invalidados cuando no eliminados. En este contexto, la presencia de Ra objetiva la aniquilación lo que confiere un efecto disolutivo a la aparición del disco. Su presencia, redimensionada por el influjo de su luz y calor, es el punto de partida para el desencadenamiento de los ajusticiamientos.

Es la regeneración solar la que explica cada uno de los movimientos concebidos en el interior de la Duat; de hecho, el Libro del Amduat se nutre de esta realidad fundante. De esta manera, el mantenimiento de mAat -orden cósmico, orden, rectitud, justicia, relación armónica hacia los dioses (Assmann, 1990, 19)- se sujetaba a la posibilidad solar de regenerarse; caso contrario, el universo se detenía y se sumía en al caos.

La presencia de Ra ilustra tanto los ritmos del movimiento del proceso cíclico solar, sus ritmos y modalidades, la actividad y el rol del faraón en el proceso regenerativo y en el ciclo cósmico, así como la totalidad de los actores involucrados en dicho proceso. Debemos considerar que Ra tiene la capacidad de trascender espacios -cada movimiento en la Duat supone, además de la progresión hacia el amanecer, un dominio del espacio superado por cuanto su autoridad ordena y estatuye conforme a lo que fue creado-; por su propiedad de recorrer toda la geografía funeraria, por su vinculación particular con el caos regenerador que trasciende el espacio de lo ordenado, y por la delimitación funcional y control, de las zonas de ejecución.

Es sólo a partir de una situación de reconversión permanente, que se explica el movimiento regenerativo del difunto en la Duat. Esta lógica circular surge como consecuencia de la interacción, que en un espacio de muerte provisoria -vida latente-, se produce entre una entidad receptora por excelencia -el difunto-, y dos dioses que, atomizando potencias, se resuelven en una especie de unidad reproductiva.

Esquema Nº1: Modelo-base de la ciclicidad solar y su recorrido

Wiebach-Koepke (1997,337)

Acciones solares en la Duat

En el siguiente cuadro se compilan las acciones generales llevadas a cabo por el sol para sí mismo, para terceros (dioses y/o difuntos), acciones vinculadas a determinados objetos (barca), acciones de carácter ontológico (transformación o reconversión), acciones disuasorias, acciones de nutrición, etc…No hay una agrupación particular por acciones, sino que se refieren todas las acciones a las que es sometido el dios-sol.

El orden, excepción hecha de la sinonimia en determinadas acciones, obedece o sigue la secuencia primera hora-duodécima hora; en las acciones entrar y en las acciones de nacer y emerger, se ilustra esta temporalidad. De este modo:

67 son los verbos que denotan una actividad vinculada con Ra. Los verbos transitivos se vinculan con una actividad de movimiento ligada a un espacio mientras que los intransitivos están en relación directa con lo que la presencia de Ra objetiva.

Ra recluido en su grandeza como un deus otiosus aunque activo con una estructura que lo sostiene y junto a la que responde por la diaria y eterna secuencia ordenadora, vehiculiza y orienta convenientemente aquella “potencia vital y cíclica osiriana” que late en la Duat.

La delegación funcional de Ra no es a un dios que lo reemplaza, sino que se sustenta en una dialéctica procesual complementada en las propiedades de otro dios, Osiris, conjugadas con las suyas propias. En términos generales, “los egipcios percibían a los dioses como una fuerza activa, comandando, guiando, inspirando y ordenando el destino de los hombres” (Morenz, 1992, 81)

Hidding (1995, 59) afirma que el “…camino circular el Gran Dios (y el rey) están en el centro del cielo y la tierra, aparentemente ambos parecen pasivos y ociosos, pero en estos centros todos los poderes opuestos están concentrados y reconciliados y se neutralizan el uno al otro por lo que existe un equilibrio dinámico”.

Veamos ahora las acciones de movimiento “aisladas” del cuadro general de verbos de actividades:

La transitividad de acciones tales como atravesar, pasar, venir, abrir, aproximar, navegar, está marcada por una variedad de lexemas que en cierto modo grafican y refuerzan la función primordial del sol en la Duat. En efecto, tales acciones dan cuenta de un tránsito permanente en consonancia con la activación que Ra dispensaba en el espacio de los difuntos. En este sentido, todo movimiento que implica traslado es el desencadenante de las acciones que genera en los habitantes, difuntos y dioses, de la Duat (Hornung, 2001, 8-14), (Bochi, 1994, 55-62).  

“Que Ra esté en júbilo ante los portales de la tierra, adoración a ti que haces que los Ax.w respiren cuando tú entras por la puerta de la Gran Duat. Abrimos las puertas para como babuinos. Abrimos las puertas para ti como babuinos Hatiu (hTy.w) . Eres aclamado por los que te alaban. La oscuridad es iluminada para ti por los Ax.w. Tus dioses te adoran, Ra. Las diosas de las Horas te conducen, tus dos hijas te remolcan en tus formas. Tu lugar de descanso está en los campos de la tierra. Lo que tú te llevas es la noche, lo que tú traes es el día. Eres este dios que atraviesa las horas. Tu descansas es la barca de Jepri…” (Amduat, 1, 3).

Abran sus puertas misteriosas. Miren la Carne que descubre tu oscuridad. El agua de Urnes te pertenece, que el pan pueda llegar a ustedes de las plantas que hay ahí! ¡Que pueda haber aire para sus narices! No morirán. Que sus miembros se sequen y no haya mal olor de su descomposición! ¡Que sus vendas se suelten, sus piernas se muevan para que puedan caminar sobre ellas y extenderse! ¡Sus bas les pertenecen, que no sean separados de ustedes! ¡Que sus formas vivan, que puedan decir sus conjuros mágicos! ¡Que sus espadas estén afiladas cuando maten a los enemigos de Osiris! (Amduat, 2, 3).

Debemos tener en cuenta a propósito del paso de Ra: la promesa que el sol conlleva, esto es la luz y el calor de su presencia; la relación establecida entre quien percibe tales beneficios y el dios, de allí las consecuencias del paso; en relación a esto último, el carácter de la objetivación desencadenada -renacimiento o condena-; la reacción constante alborozo-lamento que del tránsito se percibe; finalmente, la respuesta que por la estimulación solar le proponen individual o colectivamente los habitantes de la Duat.        

Conocemos, a partir de cada uno de los momentos puntuales que la llegada del sol genera en la Duat, la doble relación de inmanencia-trascendencia que entre sus habitantes y Ra se establece. Del mismo modo, concluimos que el “estado de presencia” solar opera, o mejor, va operando, una re-implantación de una realidad pasada recreada como permanente, devenida en activación siempre actualizada. Creemos que esta es justamente la clave que debe subyacer a cualquier intento explicativo de la regeneración funeraria.

La actualización que la presencia solar conlleva es la consecuencia del dominio y resolución absolutos de la temporalidad; la re-producción permanente en un presente “provisionado”^[4] por el paso del disco que se reflejará en forma indefinida y que devendrá en pasado con el distanciamiento, sintetiza la complejidad y diversidad del recorrido. Estrictamente, su objetivación tiene que ver con la progresiva cooptación de la capacidad osiriana de renovación que va reconvirtiendo su decaimiento inicial que es lo que le permite ir ordenando las instancias procesuales en la Duat. Desde este comienzo de incertidumbre llega Ra a un punto de inflexión desde el que la irreversibilidad se torna incontenible.

Lexemas e interacción

Como hemos observado, la variedad de acciones en la Duat que involucran directamente al disco, como las que indirectamente lo incluyen para luego desencadenar en general y en particular, dan cuenta de una variedad de movimiento primero y procesual luego que dan a la Duat sus características particulares.

Esquema N°2: Interrelación de lexemas de movimiento y objetivación

El cuadro nos muestra un intercambio relacional que parte del movimiento del disco que sólo al entrar en la primera hora se mueve por sí mismo. Progresivamente al decaimiento de sus capacidades debe ser asistido por dioses, genios, barqueros quienes propician su movimiento. Luego, la presencia del disco objetiva, hace presente, genera y desencadena.

Los lexemas denominados de movimiento del disco, a excepción del ingreso en la Duat, son aportados por el trabajo conjunto de los asistentes divinos; de otro modo el movimiento sería imposible. Consecuentemente, este recorrido con asistencia no invalida la capacidad inherente del disco de dispensar luz, calor, respiración, nutrición y movimiento a quienes habitan los diferentes espacios de la Duat. Por el contrario, su presencia para los condenados suponía la concreción del castigo.  

Conclusiones

La diversidad de situaciones que se producen en la Duat se explica únicamente por la estrecha relación entre movimiento y objetivación/regeneración. La quietud implicaría la pudrición o segunda muerte en forma inevitable. La necesaria presencia del disco es a su vez que revulsivo para el movimiento de sus habitantes (p.e. permanencia del cuerpo, movimiento de su bA acompañando al disco), la operación que nutre al disco expandiendo sus beneficios. No hay posibilidad de un nuevo día sin esta interrelación entre movilidad o desplazamiento y renovación ontológica que los lexemas aludidos explican. Precisamente, en las acciones directas, indirectas o derivadas reside la eventualidad de neutralización del caos y el atisbo de un sol regenerado cada mañana.

Bibliografía

Recibido: 27 de febrero de 2024

Aceptado: 18 de marzo de 2024

Versión Final: 15 de mayo de 2024