Mujeres latinoamericanas revolucionarias.
Biografías, escritura testimonial y militancia
La historiografía latinoamericana sensible a la dimensión de
género en la configuración de la vida social pasada y presente, aún con
desiguales intensidades, se ha preocupado por estudiar las experiencias de
distintos colectivos de mujeres y en particular a aquellas que alimentaron las
distintas organizaciones revolucionarias latinoamericanas desde los años sesentas. En el seno de la historiografía argentina ello
adquirió particular énfasis, al punto de constituirse en uno de los campos de
fuerza que ha otorgado fuerte identidad a los estudios donde se intersectan género e Historia Reciente; poniendo en acto
que el género no es un elemento subsidiario del análisis sino un componente
central en las reconstrucciones históricas (D´Antonio
y Viano. 2018). Esa lente le permitió a un conjunto
amplio de trabajos no solamente visibilizar a las mujeres, saber quiénes eran,
de donde venían y cómo contribuyeron a gestar o cómo y porque llegaron a las
organizaciones revolucionarias y qué lugares ocuparon, sino también interrogarse
sobre el tipo de vínculos que se desarrollaron al interior de los espacios
revolucionarios entre mujeres y varones, los modos e intensidades en que se
realizaron críticas, cuestionamientos y búsquedas distintas de lo instituido,
reproducido y naturalizado, aunque ello no alcanzase su cristalización en
nuevas concepciones y modos de relacionamiento.
El dossier que presentamos, sin dudas fue posibilitado por
ese caudal de trabajos previos de los que se nutre y con los que dialoga
generosamente, pero al mismo tiempo constituye una vía de entrada original
para conocer y comprender las
experiencias de las revolucionarias latinoamericanas. Expliquemos nuestro
argumento.
Compuesto por cuatro trabajos, tres de ellos centrados en
las mujeres de las organizaciones revolucionarias argentinas de los años 60 y
70 del siglo XX, comparten la preocupación por rehuir de un rasgo
historiográfico demasiado persistente- a pesar de los múltiples empeños en
contraria dirección- cual es la abusiva homogeneización presente en estudios que resultan de la generalización de
un caso y solo son pretendidamente “nacionales”. Los espacios regionales por
los que se desplazan los trabajos del dossier nos colocan frente a otros mapas y
otros centros de gravitación histórica-lejos de Buenos Aires- que poseen sus
texturas y sus marcos de influencia. Así, Córdoba que ocupó un lugar central en
distintos proyectos político-revolucionarios del periodo emerge con su
fisonomía como activo centro de militancia con fuerte protagonismo femenino y
también con una notable capacidad de irradiación hacia otras regiones del
interior del país.
Por otra parte, el abordaje biográfico, como modalidad de
construcción de conocimiento, si bien
posee una vasta trayectoria en las ciencias sociales ya sea a través de relatos
de vida, entrevistas en profundidad o autobiografías, ha sido un territorio
menos transitado para iluminar las vidas de las mujeres y particularmente desde
enfoques sensibles -como en los dos casos que se abordan aquí- donde se pueden apreciar los desafíos de
generar instancias de cruce entre militancia revolucionaria, género, afectos y
memoria. Se trata de dos mujeres de una organización revolucionaria que no
tienen la posibilidad de narrar y cuyas historias son contadas por otrxs: Ana María Villareal de Santucho y Diana Triay de Llorens. Mujeres cuyas vidas se cruzaron- no solo
porque militaban en la misma organización (Partido Revolucionario de los
Trabajadores-Ejército Revolucionario del Pueblo -PRT-ERP )
en esos agitados años sino porque compartieron la cárcel del Buen Pastor de
Córdoba y también la fuga.
Otra experiencia de mujeres revolucionarias en la vida
latinoamericana, poco conocida y menos aún integrada a los debates
político-académicos en Argentina; la de las militantes del PCP-Sendero
Luminoso, prisioneras políticas que
desde los penales de máxima seguridad de Chorrillos (Lima) y de Yanamayo (Puno), en condiciones de gran adversidad y
sometidas a una múltiple discriminación
al ser mujeres, revolucionarias, y, en su mayoría, racializadas
y de clase popular se ilumina a partir del análisis de un dispositivo
testimonial sobre las condiciones carcelarias vividas bajo la dictadura de
Fujimori (1990-2000).
Cartas personales, dibujos, fotografías, expedientes
judiciales y documentación legal, documentos políticos, prensa comercial y
político partidaria, boletines internos de las organizaciones, archivos
familiares, archivos fotográficos privados, relatos testimoniales y dibujos de
prisioneras políticas componen una rica y variada cartografía de fuentes al que
las investigaciones que presentamos en este dossier han acudido. Se advierten
las dificultades para reunir esa documentación, su carácter fragmentario y disperso y por ello
queremos poner en valor la tarea de recuperación, revisión y por supuesto reinterrogación crítica bajo una lente feminista a la que
fueron sometidas. Pero no solamente. Sino que los distintos artículos que
componen el dossier se apoyan en un proceso de creación de nuevas fuentes; en
particular a través de la realización de entrevistas, ya sea cara a cara (y
desplazándose para ello por las mismas geografías que sus militantes) o por
videollamadas a ex compañerxs de militancia, a hijxs, hermanxs, familiares, amigxs, abogadxs, sobrevivientes
y a militantes revolucionarias encarceladas. Producto de investigaciones de
largo aliento, enfrentaron
un doble desafío: reponer a “esas” mujeres revolucionarias en los
teatros de la memoria (y de la historia), ya que su incidencia es sin dudas
desigual y también dimensionar las modalidades en que campos experienciales de
mujeres y varones están cultural y socialmente inscriptos y por ende los
recuerdos sobre ellas.
El dossier se abre con la reconstrucción biográfica de Ana
María Villareal de Santucho (Sayo), militante del Partido Revolucionario de los
Trabajadores-Ejército Revolucionario del Pueblo PRT-ERP y esposa de su líder
máximo Mario Roberto Santucho entre 1960 y 1972, cuando fue fusilada-embarazada
de casi cinco meses- y a sus treinta y seis años, junto a otrxs
quince militantes revolucionarixs en la Base
Aeronaval Almirante Zar, cercana a la ciudad de Trelew (provincia de Chubut).
¿Cómo contar la historia de Sayo? se preguntan Andrea Andújar, Débora D´Antonio y Mónica Gatica y por ello se detienen en advertir
las dificultades que entrañó realizar una recuperación biográfica implicada
explícitamente en desarmar visiones que imposibilitan recuperar para Sayo una
“historia propia” y no meramente subsidiaria de la de Santucho. Una historia
propia y singular pero simultáneamente parte de un proceso que la contiene y
desborda: el de la participación de las mujeres en la vida revolucionaria. Con este propósito se desplazaron sobre
distintas aristas,
aspectos y momentos de su vida; tanto aquellos que nos
orientan por momentos menos conocidos de
su vida familiar y personal hasta otros donde se vuelve más diáfano su proceso
de toma de decisiones políticas (y sus recorridos militantes). Las memorias que
sobre ella construyeron sus familiares y sus compañeros han constituido otro
centro de atención; también su muerte, su entierro y las disputas presentes en
las memorias sobre su figura. Las autoras muestran cómo cierta memoria social
patagónica “resiste” a las evidencias de la verdad histórica.
Violeta Ayles Tortolini
se involucra con la construcción de la biografía de otra mujer del PRT-ERP, sin
dudas menos conocida que Sayo, pero sí también muy importante en la vida de la
organización ya que
fue la responsable política de la apertura y construcción de la
organización en la regional Mendoza. Su abordaje representa una minuciosa
reconstrucción de la vida de la cordobesa Diana Triay,
desaparecida desde diciembre de 1975. No solo su recorrido político-militante,
su paso por distintas
cárceles y los niveles de responsabilidad partidaria y
organizativa que desplegó, sino también sus relaciones afectivas y la
maternidad, le posibilitan visibilizar el rol activo y protagónico de las
mujeres en el PRT-ERP. Mirar la historia de esa organización desde los caminos
de Diana, “habilita el conocimiento de las prácticas y culturas militantes en
dos provincias del mal llamado “interior”” sugiere la autora.
Asimismo
discute desde la experiencia biográfica de Diana, los presupuestos sobre la masculización de roles de las mujeres de la guerrilla y se
inclina por vislumbrar a un universo de militantes portadoras de fuertes
convicciones al interior de una organización que si bien no se definía
feminista, “en su horizonte socialista concebía la igualdad de género”.
De la militancia, organización y dinámica que poseyeron los
frentes de mujeres creados por el PRT-ERP y Montoneros se encarga Ana Noguera,
explorando específicamente el despliegue de éstos en Córdoba. Con el horizonte
de establecer un diálogo entre lo nacional y las fuertes improntas locales que
encuentra, se interroga sobre las breves existencias de esas experiencias que se desarrollaron luego del retorno
del peronismo al gobierno y fueron jaqueadas por la temprana represión y
persecución política que se produjo en Córdoba.
Espacios (ambos) definidos por las conducciones nacionales y que
tuvieron el objetivo de trabajar políticamente con las mujeres, pero con
“otras” (obreras, trabajadores, de sectores populares) más que direccionarse a
sus propias militantes. La autora pone de relieve diagnósticos y propósitos
respecto del rol político y social atribuido a las mujeres en ambas
organizaciones y se pregunta
sobre los objetivos que se persiguieron al impulsar su creación,
sobre las modalidades en que se organizaron y quienes les dieron vida. Pero
también cuales fueron las estrategias para interpelar a las otras mujeres.
Si en el caso del PRT-ERP se escogió a Córdoba para hacer
una prueba piloto con el Frente de Mujeres, colocando a una responsable con
importante experiencia militante (Ana María Sivori),
la Agrupación Evita, que con distintos grados de éxito Montoneros gestó por
distintas geografías del territorio nacional, se articuló en el espacio local
con otro grupo ya constituido: la Coordinadora de Unidades Básicas Femeninas
(CUBF). Esa articulación le permite a la autora poner bajo el signo de la
interrogación a la dicotomía “viejo/ortodoxo – joven/revolucionario” ya que más
bien observa que, en la coexistencia de las generaciones, existió un proceso de
síntesis, maduración e intercambio (más que de recambio).
El dossier se cierra con un prolongado estudio a cargo de Anouk Guiné, que nos introduce en
la vida y la experiencia de prisioneras políticas del PCP-Sendero Luminoso
sobrevivientes a la dictadura de Fujimori. Desde la victimología y la
criminología crítica feminista la autora propone y elabora el concepto de victimidad estratégica para entender la manera en que las
internas operativizan relatos y contribuyen a los objetivos políticos de su
organización y a la construcción de una memoria colectiva femenina frente a la
violencia de Estado, principalmente a través de la politización del
cuerpo. Se vale de relatos redactados a
mano, cada uno acompañado de su respectivo dibujo en tinta china negra.
La iniciativa por parte de la jefatura femenina del PCP de
reunir textos de prisioneras se inscribió en la campaña que la agrupación
organizó en 2001 con el fin de recoger no solo la palabra vivida de prisionerxs, sino también de familiares de prisionerxs que habían sido igualmente objeto de
persecución y de tortura por la policía y el ejército durante el conflicto y
aunque el PCP decidió publicarlos en
forma de plaquetas y los difundió fuera de las cárceles a finales del año 2003,
unos meses después de la publicación oficial del Informe Final de la Comisión
de la Verdad y Reconciliación (CVR), son aún muy poco conocidos y estudiados y
no fueron recogidos por la CVR, dado que para la comisión las militantes del
PCP no entraban en la categoría de víctimas.
Esos testimonios son individuales y sus autoras guardan el
anonimato, dando así a cada texto una dimensión colectiva (ningún relato podía
ser publicado sin la aprobación de la jefatura del PCP-SL). Guiné
estructura su análisis alrededor de tres ejes; la politización del cuerpo y de
la corporalidad a través de las torturas, la salud, el parto y la maternidad;
luego sobre las formas subjetivas e ideológicas de resistencia; y por último
desde la reivindicación política de acuerdo a los objetivos del PCP-SL.
Cristina Viano
Escuela de Historia,
Centro Latinoamericano de Investigaciones en Historia Oral y
Social,
Universidad Nacional de Rosario,
Asociación de
Historia Oral de la República Argentina
Bibliografía
D´Antonio, D. y C. Viano (2018). “A
propósito de la Historia Reciente, la Historia de las Mujeres y los estudios de
género: intersecciones y desafíos” en colaboración en G. Aguila/L.
Luciani/L. Seminara/C. Viano (orgs); La Historia
reciente en Argentina. Balances de una historiografía pionera en América
Latina, Imago Mundi, Buenos Aires.