Presentación

 

En la actualidad buena parte de las investigaciones en el área  de la historia europea antigua se publican en idiomas distintos al español, lo que presenta una dificultad cuando se trata de mantener actualizado el material necesario para la enseñanza de dichos contenidos, cuestión que demanda un trabajo adicional por parte de los equipos de cátedra, abocados a la traducción de trabajos y su publicación. Por ello resulta un aporte significativo que colegas y amigxs de distintas Universidades españolas hayan tenido la rápida disposición para aceptar la propuesta hecha desde el Anuario con dos objetivos que se complementan: presentar contribuciones originales sobre los temas que forman parte de la orientación de sus respectivas investigaciones y adaptar la exposición y los contenidos para que los mismos puedan ser utilizados como materiales de trabajo para la enseñanza y el debate con lxs estudiantes de los distintos niveles de la educación superior.

Lxs historiadorxs españolxs convocados para el presente número del Anuario son reconocidxs especialistas en historia de Grecia y Roma en la antigüedad y la tardoantigüedad. No es éste el lugar ni la ocasión para hacer referencia a la importancia internacional que ha alcanzado la historiografía española referida al área. Basta señalar que desde las últimas décadas del siglo pasado, en lo que respecta a ideas y metodologías, numerosxs profesorxs e investigadorxs de distintas Universidades cuestionaron y rompieron con lo que suele ser definido como la interpretación tradicional, nacionalista y hasta franquista de la historia; al respecto se destacan entre muchxs otrxs, los nombres de Ramón Teja, Jaime Alvar, Domingo Plácido, Javier Arce, Julio Mangas, José Sayas, Guillermo Fatás y Fernández Ubiña.

Lxs autorxs de los trabajos presentados en este número del Anuario son herederxs y continuadorxs de esa tradición de renovación y a la vez protagonistas de un gran salto de calidad, en buena medida como resultado de un proceso de formación, investigación y docencia en instituciones extranjeras, participando frecuentemente en coloquios y congresos internacionales  e impartiendo regularmente clases y conferencias en distintas Universidades del mundo. En la actualidad son la bisagra que impulsa una nueva generación de investigadorxs jóvenes que en conjunto, sintonizan con lo mejor de la historiografía internacional. La historiografía española del área es un buen ejemplo de que la producción del conocimiento científico es una tarea sistemática y de conjunto, que se transfiere de una generación a la otra, y que combina el compromiso individual con el trabajo colectivo.

En nuestro caso, la realidad ha resultado ser bastante más compleja, pues superada la etapa de reiterados golpes cívico militares, con sus consecuencias nefastas y dramáticas en todos los sentidos, la historia reciente ha estado atravesada por algunos gobiernos democráticos que han aplicado políticas neoliberales y anti-populares, desfinanciando la educación pública pretendiendo mercantilizar la producción del conocimiento. En el proceso, se han interrumpido tradiciones de estudio e investigación en distintas áreas, afectando sistemáticamente la indispensable continuidad y financiamiento. A pesar estas condiciones generales adversas, se ha logrado mantener y garantizar tanto la investigación como una educación superior pública y gratuita de calidad, y en dicho contexto es que hay que celebrar la creación de una publicación científica como el Anuario por parte de una Universidad del interior del país.

En lo que respecta a las y los autorxs de los trabajos del presente número del Anuario, se puede decir resumidamente a manera de presentación que Juana Torres es docente e investigadora de la Universidad de Cantabria, continuando allí la labor destacada de Ramón Teja. Clelia Martínez Maza, docente e investigadora de la Universidad de Málaga, hace lo propio con el trabajo de Jaime Alvar. Francisco Pina Polo, es profesor e investigador de la Universidad de Zaragoza, integra el podio de los especialistas más importantes a nivel internacional sobre la República romana y en particular del período tardorrepublicano. Francisco Marco Simón, catedrático emérito de la Universidad de Zaragoza, quien ha sido Director de los Departamentos de Historia Antigua y de Ciencias de la Antigüedad, es uno de los especialistas europeos más reconocido sobre el estudio de los sistemas religiosos y la magia en el mundo antiguo, además de ser una de las figuras claves para entender la importancia adquirida actualmente por el nutrido grupo de docentes e investigadores de la referida Universidad.

A todxs ellxs, admiradxs colegas y queridxs amigxs, agradezco la disposición y el entusiasmo manifestado desde el momento que fueron convocados para la presente edición del Anuario. El agradecimiento se hace extensivo también a la profesora María Victoria Escribano Paño, que a pesar de que por razones de fuerza mayor no ha podido participar de esta publicación, desde hace tiempo es de enorme ayuda personal y ha inspirado e intervenido en distintos proyectos anteriores.

Agradecer también a la Profesora Cristina Viano, Directora de la Escuela de Historia, pues fue quien consideró necesario que el área de la historia europea antigua de nuestra Facultad debía contar con la posibilidad de un espacio como el Anuario, impulsando la iniciativa para la concreción del proyecto.

Necesario se hace el agradecimiento para Gisela Galassi y Natalia Alarcón,  que desde la Secretaría de Edición y Redacción del Anuario, con mucha profesionalidad y mayor paciencia, han coordinado, ordenado y sistematizado el enorme trabajo previo de edición, y a través ellas extender el agradecimiento para todxs lxs que trabajan y colaboran esforzadamente para que la publicación del Anuario sea posible.

 

 

 

Rodolfo G. Lamboglia

Coordinador  Anuario Nº 31